
El ser humano ha provocado que muchas maravillas de la humanidad ahora no existan
La afirmación de que el ser humano ha provocado que muchas maravillas de la humanidad ahora no existan es verdadera.

Respuesta
La afirmación de que el ser humano ha provocado la desaparición de muchas maravillas de la humanidad encuentra evidencia significativa en los textos proporcionados. Respecto a las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, el vandalismo humano fue la causa directa de la destrucción del Artemision de Éfeso . Asimismo, la Estatua de Zeus en Olimpia fue destruida para evitar el culto pagano tras la cristianización del Imperio Romano, lo que representa una acción humana con motivaciones religiosas . Se sugiere que otras dos maravillas, además de las explícitamente mencionadas como destruidas por causas naturales, también pudieron haber desaparecido por acción humana . Los Jardines Colgantes de Babilonia fueron reducidos a ruinas junto con la ciudad, lo que implica una destrucción asociada a conflictos o conquistas humanas, aunque no se especifica explícitamente el agente directo . En un contexto más amplio, la UNESCO señala que 57 de los 1.223 sitios del Patrimonio Mundial en 2024 están en peligro debido a factores como conflictos armados, urbanización descontrolada y el desarrollo urbano o turístico no regulado . La lista del Patrimonio Mundial en Peligro tiene como objetivo alertar sobre amenazas graves y precisas, que incluyen proyectos de grandes obras públicas o privadas, rápido desarrollo urbano y turístico, destrucción debida a cambios de utilización o de propiedad de tierra, y abandono por cualquier motivo . Además, la carpeta de información de la UNESCO menciona que si un sitio pierde sus características por estas razones, puede ser retirado de la lista . El impacto de la contaminación y la caza furtiva también son identificados como peligros de origen humano para estos sitios .
No obstante, la afirmación de que el ser humano es el único o principal causante de la desaparición de maravillas es matizada por la evidencia de destrucciones por causas naturales. De las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, tres fueron destruidas por fenómenos naturales: el Faro de Alejandría, el Coloso de Rodas y el Mausoleo de Halicarnaso, todos a causa de terremotos . Específicamente, el Mausoleo de Halicarnaso resistió invasiones y destrucciones por Alejandro Magno, bárbaros y árabes, y finalmente fue un terremoto en 1404 el que destruyó la estructura . Esto demuestra que, incluso con intervención humana en algunos casos, la naturaleza también ha tenido un papel decisivo en la desaparición de estas construcciones antiguas . Los sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO también enfrentan amenazas significativas debido a desastres naturales . La Convención del Patrimonio Mundial lista explícitamente catástrofes y cataclismos, incendios, terremotos, deslizamientos de terreno, erupciones volcánicas, modificaciones del nivel de las aguas, inundaciones y maremotos como peligros que pueden afectar gravemente el patrimonio cultural y natural . Por lo tanto, no todas las "maravillas de la humanidad" han desaparecido por acción del ser humano.
En conclusión, la afirmación de que el ser humano ha provocado que muchas maravillas de la humanidad ahora no existan es verdadera, aunque con importantes matices. Existe evidencia clara y directa de la destrucción de algunas de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo por acción humana, como el vandalismo en el Artemision de Éfeso y la eliminación de la Estatua de Zeus por motivos religiosos . Además, factores modernos de origen humano como conflictos armados, desarrollo urbano no regulado, contaminación y abandono son amenazas actuales documentadas para numerosos sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO [2,3]. Sin embargo, la evidencia también demuestra que desastres naturales como terremotos fueron la causa de la desaparición de otras maravillas antiguas, como el Faro de Alejandría, el Coloso y el Mausoleo [1,4], y continúan siendo una amenaza para el Patrimonio Mundial hoy en día [2,3]. Por lo tanto, si bien el impacto destructivo del ser humano es innegable y sustancial, no es el único factor determinante en la desaparición de estas maravillas.
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